Wednesday, June 11, 2008

Compromiso Vital

El viernes 6 de junio, La Jornada de Oriente, periódico radicado en el estado de Puebla cumplió 18 años de edad.

Aanalydia Flores Marín, prima hermana del góber precioso, pero ala disidente de su gabinete (jajajaj, mentira total, si se entera me la súper mienta) me invitó a escribir un artículo para la sección "Medieros", (según ella a petición de Aurelio, el director del periódico), en la que generalmente publico un texto a la semana.

Soy de la idea de que todas las casas editoriales tiene sus vicios y ninguna es perfecta. Es celebrable que un medio que da espacio y que resulta inclusivo en un México en el que la miopia es cada vez más un cáncer cuasivoluntario de los medios, permanezca en el gusto de la gente.

Que La Jornada se haya hecho de un nombre, de crédito social por su trabajo, no es un tema menor y acá reproduzco el artículo del Medieros que mandé con motivo de este buen momento.

Felicidades a los jornaleros.

Compromiso vital
Jonathan Vázquez Betancourt

Los medios que a lo largo del tiempo han trascendido en el espacio mediático han tenido que hacer uso de algunos recursos para lograrlo; uno probablemente sea la complicidad con los poderes establecidos y fácticos, como la iglesia y los grupos empresariales de gran impacto económico, o bien, se han convertido en espacios de libertad de expresión, y veracidad que han compartido con el público la necesidad de informar y de trascender.

Como lo definió Carmen Aristegui en el programa El País de Uno, que conduce Denise Dresser en Canal 22, refiriéndose a su salida de W Radio y al caso Lydia Cacho, son temas que “te trascienden”. En el contexto nacional, el buen periodista, estaría obligado a difundir los temas que trascienden al medio para el que escribe y entonces dejar de remitirse únicamente a ser un mero informador pregonero del statu quo para lograr promover foros de libertad pública de expresión.

En el libro La Terca Memoria, Julio Scherer García dice que “no me cabe duda que el reportero es el hombre más libre”, su frase contundente, subjetiva, invita a la mirada de los acontecimientos que luego se reflejarán en unas líneas y que llegarán a la mente, y provocarán ineludiblemente un juicio del lector. Por esa libertad que se le confiere al reportero, éste, adquiere un compromiso vital. Se convierte en la mirada del ausente.

A través de sus ojos (los del reportero), la audiencia leerá la realidad como la vio él. Entonces, engañar se convierte en un acto vil y ventajoso (práctica cotidiana en los medios comerciales). Es mentir a quien no estuvo, aprovechándose de su ausencia.

En ese sentido, los medios que han ido avanzando en el tiempo con el afán de informar con apego a la verdad, van ganando un espacio y reconocimiento en el ideario público, en la reflexión colectiva e individual de los acontecimientos. Entonces, se alcanza el foro, la multiplicidad de ideas y de propuestas, se evidencia la libertad al interior de la organización, se revela que la audiencia a la que le escribe un periodista mantiene correlación. Paulatinamente individuos y organizaciones vamos viviendo una sana simbiosis informativa, nunca, complaciente, pero sí, efectiva, indispensable.

Es digno de celebrarse la constancia de quienes han logrado permanencia. Es un compromiso vital que todos los días se considere el ejercicio que ejemplifica la inclusión de las voces que no pertenecen a la esfera del poder, como modelo de verdadera libertad mediática y como muestra democrática en la difusión de los mensajes. Es imperiosa la inclusión de la palabra disidente.

Responsabilidad fundamental de quien tiene un espacio para informar y comunicar el desafío al tentador silencio, a veces auto impuesto por temor, a veces comparsa del poder que quisiera únicamente escuchar la voz que le aplaude corruptelas y engaños y dar coscorrón impunemente a quienes “se sienten Dios en el poder”.

http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2008/06/11/puebla/s1med13.php