tequila, dos hielos un vaso robado, pithka de thal!!

Que te llevaba yo a un universo privado donde solo estabas tu para mi y yo paratide contide para no sentirme lejos ni triste y besarte tus ojos morenitos y tus bromas tontas que me han enamorado de una forma, una en la que de la que nunca antes supe, de la nunca pensé que podía querer. Perdón, te quiero todo!!!!!!!!!!!!

Marín, chinga tu maaadre!!

Soy amigo de Eduardo Almeida, defensor de los derechos humanos.

Ya tenía mucho de no verlo, pero el jueves 11 por la mañana lo vi en una foto en La Jornada de Oriente. Un tipo lo sujetaba del cuello y otro de las piernas. O sea, al más puro estilo marinista le estaban dando un coscorrón porque marchó junto con los maestros disidentes en Puebla.

La violenta represión perpetrada por el gobierno de Mario Marín Torres, en contra de los profesores disidentes es una muestra más de la estupidez que gobierna Puebla. El señor gobernador ese que manda a dar coscorrones a los cabrones y cabronas, una vez más ha violado los derechos y las garantías individuales de quienes no se someten a su podercito de priísta vetusto e ignorante.

Pero se equivoca con Eduardo.

Los gobiernos que en México reprimen a la disidencia le apuestan al olvido, al miedo, al desamparo físico, legal y hasta psicológico en el que pueden llegar a sentirse algunos luchadores sociales, quienes una vez que ven criminalizadas sus legítimas protestas, tienen que enfrentar a la “justicia” que los acusa de los delitos que no cometieron, ya que por el que son culpables no pueden ser acusados ni procesados: luchar.

Mario Marín se equivoca porque no sabe que con Eduardo estamos quienes no nos vamos a desamparar nunca, a callar nunca, a dejar nunca; quienes no vamos a olvidar nunca, porque a eso nos ha enseñado “lalo” y por eso somos amigos. Y se equivoca porque así como Almeida hay millones de mexicanos que no estamos para callarnos. Sigo sin entender porque la sociedad poblana no le reclama a diario su renuncia después de las formas tan ramplonas de este, el góber precioso, pero lo que si sé, es que un sector de la sociedad, no importa la latitud, será siempre inconforme, siempre disidente ante la estupidez de Marín.

Sé que Eduardo no callará nunca, y sé que siempre estaré ahí, para alzar la voz junto a ti querido lalo porque ya parece que este gobierno estúpido y represor va a poder con la fortaleza de tus convicciones y con la inteligencia que muestras a diario, cada día que no te doblas y luchas por las causas justas que nos has presentado a quienes te conocemos.