Thursday, July 26, 2007

Cinepolis VIP Perisur

Ayer decidí ir a ver una película que escuché, es buena. Recibí la oferta de alguien que al enterarse que iba a ir, me dijo "si quiéres te acompaño, pero a un cine más cerca". No acepté. En primera porque el cine más cerca no tenía la que to quería ver y en segunda porque en realidad lo que yo quería era ir solo.

El film me gustó mucho, lo disfruté en todo momento.

Se trata de:

All the Invisible Children) de Emir Kusturica, Spike Lee, Ridley Scott y otros (Italia-Francia, 2005) con Maria Grazia Cucinotta, Peppe Lanzetta y Vera Fernández. 108 min.
Siete historias sobre la indefensión de los niños en Africa, Serbia, Italia, Brasil, China, EU y Medio Oriente por siete maestros del cine mundial.

Nunca había ido al cine del Centro Comercial Perisur, si bien conocí la plaza hace ya mucho tiempo, pues al cine nunca.

Pero, ése era el único que a una hora bastante adecuada ofrecía la posibilidad. Así que antes de salir de mi lugar de trabajo investigué cómo llegar allá, y es que no está lejos, pero tampoco es precisamente cerca.

Mi oficina se ubica sobre Insurgentes Sur, a la altura de Parque Hundido. Caminé dos cuadras hacia Felix Cuevas, avenida en la que se encuetra la agencia funeraria Eusebio Gayosso, a la que se van a terminar de morir los ricos de México, el más reciente, un sobrino de la famila Arellano Felix, distinguidísima estirpe de narcotraficates mexicas que controlan el bajío de la república mexicana.

Luego, sobre Avenida Universidad tomé un camión que me dejó en CU y después otro que me abicó ya, sobre periférico, a un lado de Perisur. Todo es peri.

Entré. Del ticket fueron 34 pesos (qué tan VIP puede ser un cine en el que la entrada vale eso, pensé) Cuando me formé, en la sala cuatro, donde se proyectaría "Los hijos de Nadie" tuve la tentación de comprar algo pa' comer. La tendera me dijo: "bienvenido a Cinepolis VIP Perisur" (la tendera tampoco tenía cara de tendera VIP).

Pedí do cosas chicas, unas palomitas chicas y un refresco chico y pagué 49 pesos. Eso si me pareció muy VIP.

Luego, ya sentado en la sala, pude ver como, en compañía de dos "alebrijes" (Figura de barro pintada de colores vivos, que representa un animal imaginario), como se refiere el escritor Carlos Tello Díaz a quienes acompañan al Zapatismo actualmente, entró al Cinepolis VIP Perisur, el director de la Revista Rebeldía, la revista de los zapatistas, el señor Sergio Rodríguez Lascano. Eso fue lo menos VIP, o lo más, no sé.

Él, al parecer, compró algo más VIP, porque se lo pusieron en una bolsita opaca de plástico y eran unas bolitas cafes, a lo mejor, me dije, Rogríguez Lascano come en Cinepolis VIP Perisur granos de café que le traen directamente desde la selva de Chiapas o tal vez son mensajes ininteligibles para la extrema derecha, que de manera soterrada decodifica Lascano en el Cinepolis VIP Perisur, mientras nos engaña a todos haciedo como que va a un cine de derecha-ultra, acompañado de dos chavitas rebien, que estudian en el Instituto Cumbres.


No al estereotipo.


La señora que se sentó a mi lado derecho sacó de su bolso de imitación, un paquetito estrasa, eso luego de que se apagaron las luces de la sala. Luego, comió el contenido. Igual que perro de baja estofa, la mujer masticaba, el sonido era como de unos dientes débiles que intentaban triturar unos huesos más fuertes que su mandíbula de caries y sin calcio, pero que al final terminaban por ceder. Toda la película hizo ruido. Un ruido VIP.

La película es excelente.

Yo regresé en camión, uno VIP, y en el trayecto terminé de leer "La terca memoria" de Julio Scherer García...



Tuesday, July 24, 2007

Sobre la foto: el crimen de estado, el estado del crimen...

"Como prisioneros de guerra", dice Jose Antonio Crespo.

Desde hace 428 días la represión y el azote.


El crimen de Estado, el Estado del Crimen en el Estado de Derecho el Derecho del estado sobre los que no tienen derechos, el derecho a vejarlos a humillarlos, a madrearlos, a recordárles una y otra vez quien manda, es el derecho de los militares que violan a las mujeres y a los hombres, es el derecho de quienes matan ancianas en la sierra, ese es el derecho, no otro, no otro...

Me pregunto si todas las personas que a diario se quejan de -"los pinches revoltosos que no tienen nada que hacer", "es que tienen derecho a manifestarse, pero su derecho termina cuando comienza el mío de llegar a mi trabajo", "es que porque bloquean las calles si nosotros no somos culpables de que sean pobres, que se pongan a trabajar, que dejen de estar de huevones"... "....", "..."....

Y entonces, cómo?

¿Cómo si les violan a sus hijas", cómo si los explotan en el trabajo, cómo si les quitan la mitad de lo que rayan porque llegaron tarde, cómo si no tienen agua en sus casas, cómo si no van a la escuela porque tienen que trabajar, cómo si cuando denuncian los crímenes de los que son objeto los amenzan a ellos, a sus familias, a sus hijos, a sus madres, cómo si los matan, cómo si nunca encarcelan a los culpable encarcelan, cómo si ningún periodista hace eco de sus voces, cómo, cómo, cómo, cóoooooomooooooooooooo?

Crímenes de Estado, de Estado de Derecho....

Thursday, July 19, 2007

Maru la de los cheques

Maru la de los cheques es una señora gorda.

Sus carnes son abundantes por todos lados. Usa unos lentes que poco dejan ver sus ojos color claro, los pinta con mucho de eso que las mujeres usan para pintar los ojos y por si la plasta fuera poca, le encima al óleo, un engrudo de colorete. También usa un escote pronunciado en “V” que evidencia sus senos caídos, en alguna época, supongo, firmes y a lo mejor, hasta sugerentes de alguna encarnizada vileza sexual…

Ella, es la encargada de efectuar el procedimiento de pago para la gente del lugar donde trabajo. Es la mano derecha del anciano director del despacho que nos lleva la contabilidad. “Después de los dueños, es la que tiene más poder”, dicen los que saben deso.

El hijo del anciano es tabíén socio de mi empresa. Él también es gordo por todos lados y también tiene los senos caídos.

Maru es siempre muy malencarada, pero por alguna extraña razón atribuible a alguna extraña razón, el día que la conocí, pese al “repele” que le provoca a muchos y que muchos le provocan a ella, digamos que no nos caímos mal y con el paso del tiempo, si bien no me cae muy bien, pues tampoco la odio como aquellos que han visto sus días de paga diluirse sin recibir su ansiado cheque. A mí, nunca me ha dejado sin lana.

Cuando platico con ella -ya que en mi trabajo me han asignado la labor de subir las solicitudes de cheque, porque soy el único que regresa con los cheques en la mano-, siempre se queja, me dice que todos son unos “pendejos”, que las secretarias son unas huevonas.

La nuestra es huevonsísima.

Hoy me dijo que nunca sale a comer, porque ella es la responsable del despacho, ya que todos se “largan y me dejan sola” y se quejó: “como lo que se le antoja al mozo y no a mí, porque él es quien selecciona la comida que quiere en el mercado y me la trae, a veces me la como, a veces la dejo”

Y reflexionó: deberíamos de comer menos, para que así, hubiera menos gente que no come.

Se la voy a presentar a Agustín Carstens, a lo mejor se casan o la incluye en los filantrópicos enjuagues de la Reforma Fiscal.


Maru la de los cheques, tiene un problema de jerarquía laboral. El otro día me exigió que nunca más le pida a la secretaria que me comunique con ella, porque “nosotros estamos a otro nivel”.

Hace unas horas me regañó, ya que cuando me enseñó una foto en la que aparece montando a un caballo me dijo:

-Mira mi foto.
-Yo voltee y la vi.
-¿En dónde estás Maru?
- Le dije como si en verdad me interesara
-En el Estado Mayor Presidencial. -Se pavoneó la gorda
-Le pregunté si ahí había trabajado antes y reviró:
-¿Te parece que estoy trabajando?…
“Estás mal del cerebro tu también niño”, condenó.

Me reí y pensé que a momentos, muchos, ante las reflexiones ajenas, podemos parecer medio pendejos y me volví a reír.

También me risé de que Maru piense que el Estado Mayor Presidencial es un lugar al que ella fue hace gavillas de años a montar a caballo, y no un grupo de personas que se dedican a cuidar a los más altos mandos gubernamentales y a sus familiares, desde hace más de un siglo…

Y también me risé de mí por haber pensado que ella habría trabajado allí alguna vez… Aunque cuerpo de élite, se ve, que siempre ha tenido…

Me dio lo que buscaba: otro cheque. Y creo que yo le di un poco de lo que anda buscando: compañia.

A mí, me hace reír Maru la de los cheques.

Wednesday, July 18, 2007

Regresé

La última vez que escribí en este espacio fue en abril de 2006.

O sea, que palabas más, palabras menos; deso ya tiene un chingo.

No es mi intención en este momento extender estos renglones . Sino, simplemente hacer del conocimiento de mis ávidos lectores que a partir de esta semana, regresé.

Felicito a mis amigos, hermanos, que me han motivado a seguir en este escrito de tinta virtual, de tinta vivencial.

Espero esta vez, ser más persistente.

Por hoy, sólo una cosa vale, regresé.